jueves, 23 de febrero de 2012

Quizás en primavera...

Eso me ha dicho mi amiga Sofi, que el invierno acentúa todo lo malo.
Lo que es yo, no paro de llorar en todo el día. Qué horror por Dios, y creo, no lo sé que ando un poco depre.
Pero también quiero apuntarme al gimnasio (hoy tengo una cita), a ver qué tal. Por lo menos algo que me haga liberar endorfinas y sentirme un poco mejor. Estoy gris, absolutamente gris. Ahora mismo todo, y que Dios me perdone pero digo todo me importa una mierda. En serio, vivo con el piloto automático.
Pero tengo la absoluta certeza, de que esto es sólo una mierda de etapa más, y que pasará, tarde o temprano esta mierda pasará, volveré a ser yo, sea quien sea, y a lo mejor consigo llegar al marrón, lo que sea menos gris. Odio el gris. Es el color más anodino y triste del mundo.
No quiero estar triste, no quiero llorar más, no quiero que duela, no quiero acordarme sólo de lo bueno y que eso me haga llorar otra vez. De todas formas, da lo mismo, porque incluso lo malo lo veo todo precioso y gracioso ahora. Ja!!! Eso sería engañarme yo sola, y por ahí sí que no paso.
Creo recordar que cuando era joven y sólo quería un novio a toda costa también lo pasaba así de mal. Coño, parezco la dama de las Camelias.
De todas formas, cada vez la esperanza es menor ¿sabéis? Yo no sabía que las cartas tardan tan poco en llegar... Ay! Me puso un mensaje, absolutamente convencional, donde me desea lo mejor y espera que no le odie y que podamos ser amigos. Hijodelagranputa, ¿amigos? Y una mierda ¿me oyes? ¿que no te odie? ¿que no te odie dices? Que te den, mamón, que eres un mamón y un mierda y un pedazo de desgraciado, incapaz de intentarlo siquiera.
Si lo hubiera hecho, si hubiera querido... Otra vez las putas lágrimas, tengo los ojos de un limpito...

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