martes, 21 de febrero de 2012

Sin novedad

Ayer hablé con Ana, bueno, la verdad es que Ana habló conmigo.
El caso es que yo no había comentado nada, por gilipollas, porque siempre parezco olvidar que Ana nunca juzga, aunque yo crea que sí, y que por nada dejará de quererme, aunque yo crea que también.
Sinceramente, tengo tal bajón de autoestima, que no sé si estoy siendo objetiva con nada ahora mismo.
Ana dice que tengo que aprender a quererme, y yo pensaba que ya lo había hecho, pero parece ser que no es así. Y no lo digo porque Ana también lo diga. Es que ahora mismo me doy asco yo sola. Por todo, en serio. Tengo la sensación de que mi vida se ha ido sin nada, sin dejar huella, sin ser nada para nadie, no he conseguido ningún mérito, aparte de ser madre, que sí, es meritorio, pero me cuesta llevarlo a cabo, a mí no me sale natural. No sé dónde coño ha ido mi instinto maternal. Yo no veo a mi hija guapísima, ni más lista que nadie, yo la critico como haría cualquiera, y eso no lo hace una buena madre ¿verdad? ¿Lo veis? Ni siquiera lo más elemental lo hago bien.
Ayer escribí una carta a Rafa. Lo siento, no puedo llamarle, no puedo porque me voy a poner a llorar, eso sí que lo tengo claro. También tengo claro que no estoy baja de autoestima por su culpa, eso va conmigo. Así soy yo. Por debajo, siempre.
En fin, en la carta le cuento todo, me he volcado y espero que me entienda, y que me perdone, pero creo que nunca le he dicho cosas así, y no sé si hay esperanza para él, y por lo tanto para nosotros. A lo mejor es hora de despertar y dejar de hacerme ilusiones. Pero ¿por qué? ¿por qué no puedo vivir yo con la ilusión de que un día, sólo por una vez, en mi vida todo va a ser perfecto? ¿Me lo puede explicar alguien? ¿qué he hecho yo?
Vale, ya lo dejo, ando un poco depre y no creo estar siendo objetiva ahora tampoco.
Chao.

1 comentario:

  1. Mi niña, espero que estés mejor, si no, aquí estoy, aunque tampoco muy entera. Una buena madre no es la que te dice que eres preciosa e inteligente y que tienes un camino de rosas por delante, es la que te muestra tus fallos queriéndote por igual y te ayuda a superarte. No dejes que nadie te diga lo contrario. Eres una buena madre. Eres una GRAN madre. Todo lo demás, pues llegará o no llegará, pero una cosa es verdad, este bache pasará. Las tormentas pasan. Un beso gigante cargadito de cariño.

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