sábado, 3 de marzo de 2012

En clave de sol

Me encanta la música.
Desde que era pequeña mi madre siempre ha escuchado música de lo más variado.
Así que yo nunca me aprendía cosas de mecano, hombres g, bueno, lo que fuera.
Yo crecí al ritmo de Julio Iglesias, de Vicente Fernández, de Rocío Jurado, así que tengo una banda sonora vital de lo más variado.
Recuerdo el primer walkman que me regalaron los reyes. Un armatoste que pesaba un quintal, con su tecla de avance y rebobinado. Pues os digo que yo estrené ese walkman con una canción revolucionaria: "Se acabó la diversión", baste decir que te venías arriba cuando oías: "Y en eso llegó Fidel, se acabó la diversión, llegó el comandante y mandó callar", jajaja, la gente me miraba como si fuera marciana.
Luego crecí y aparte de todos esos grandes, descubrí la radio, sobre todo la Cadena Dial, que el inglés nunca ha sido lo mío. En fin, que sería imposible vivir sin música como decía un anuncio hace tiempo, por lo menos para mí.
Me sigue encantando la música, lo que pasa es que todo lo que oigo me pone triste. Todo, todo, todo, habla de amor, de rupturas, de celos, del que se fue, del que vino, del que no volverá.
Joder, os juro que los ojos son unos indiscretos. Puedo y sé sonreir todo el rato, llevo toda la vida atendiendo al público de la manera más educada, pero lo ojos, ¡ay los ojos! Esos no engañan ¿verdad? Sigo triste, muy triste, pero supongo que un día pasará, poco a poco. Un amor tan grande no se pasa en un día.
Antes pensaba que el amor movía el mundo, pero es mentira. El amor lo destruye, lo anula, lo deja todo insignificante. Miradme a mí si no. Llevo un mes sin levantar cabeza. Mi casa parece un zoo, y lo digo porque están empezando a aparecer especies nuevas. El libro de inglés que me compré ni lo he abierto (50 euros), y a mi pobre hija la estoy volviendo loca con mis bruscos cambios de humor. Tan pronto estoy arriba como abajo. Generalmente abajo, eso sí.
Mierda de música y de amor.

1 comentario:

  1. Aprovecha para escuchar música en inglés, no te enterarás de qué habla e igual te vienes arriba. Sí, los ojos son unos chivatos, a ti te pasa lo que a mí, que no puedes esconderte cuando estás mal, te delatan rápidamente.

    Por desgracia, el amor no mueve el mundo, pero es lo que debería moverlo. Pero no el amor mal entendido, sino el puro, el que no espera nada a cambio, el que da sin quedarse a recibir.

    Hoy empieza una nueva semana, todo va quedando atrás, cada vez más, al final de esta semana estoy segura de que vas a estar mejor. Verás. Beso (luego te respondo más).

    ResponderEliminar