lunes, 15 de octubre de 2012

Muchas cosas después...

Pues sí, el 28 fue mi cumple, y estaba muy feliz, animada, contenta... Y entonces llegó el mazazo. Se mató una amiga de toda la vida, una mujer muy buena, pero de verdad, que ayudaba cuando podía, sin juzgar, sin criticar... No sé, buena gente de verdad.

Así que no me quedó mucho cuerpo para celebrar nada, qué queréis que os diga. El sábado fuimos a su entierro. Qué tristes son los entierros ¿verdad? Yo voy sólo a los más allegados, porque los cementerios me ponen mala. Me entran mareos y me tengo que sujetar muy fuerte a alguien, temo que algún día la voy a liar. El caso es que vino mi hermana Alex también, y al final decidimos salir, porque ¿y si nos morimos eh? ¿Y si no cumplo los 39? ¿por qué no? Morirse es lo más fácil del mundo, tú sales de tu casa tan tranquilo, para ir a trabajar/tomar café/al colegio/de compras y ¡paf! a tomar por culo. No quiero hacer una crónica negra de nada, no es eso. Sólo quiero contaros que hay que vivir todos los días como si fueran el último. Sólo por eso, por si me muero mañana. Así que se acabaron las comeduras de cabeza por los kilos, por el dinero..., realmente no merece la pena. Yo trabajo, y me pagan que es más de lo que puede decir mucha gente y por eso también estoy agradecida, mucho, de verdad. Tengo otro trabajo los sábados para que mi pequeña y yo podamos vivir tranquilamente, y ya está. Los domingos son míos y de mi niña, o de Rafa, o de mis padres, son míos para hacer lo que yo quiera, o para no hacer nada, da igual. Me encanta no hacer nada. Claro que luego salí el sábado y la armé, pero bueno, la verdad es que lo pasé muy bien, y Maríano es un amor, y el día siguiente estaba diciéndome que no había pasado nada de nada, que lo olvidara. Pero es difícil ¿sabéis? Porque él siempre me está hablando de lo mucho que le gusto y lo mucho que me quiere, que yo lo flipo ¿eh?, pero pensaba que era todo broma, y al parecer no es así. O sí es así, y sólo le apetecía echar un polvo, que también puede ser, porque eso era lo que me apetecía a mí, ¿quién sabe? Si os confieso algo... ¡me encanta tener un admirador!

Besos

No hay comentarios:

Publicar un comentario