miércoles, 23 de mayo de 2012

Nunca se sabe...

Hoy me he levantado con la noticia de la muerte del padre de una amiga, y ayer me acosté con la noticia de la hospitalización del padre de mi mejor amigo.
Lo del primero no se lo esperaba nadie, lo del segundo estaba claro que iba a pasar el día menos pensado. El otro día se murió la madre de Hayke.
Hay algo terrible cuando se muere el progenitor de un amigo, sobre todo si es alguien cercano y que te importa, porque ¿qué dices en esos momentos? Cuando murió Paquita, la madre de Sofi, que era como una madre para mí también, me sentí tan abrumada por el dolor que no supe reaccionar bien. En serio. Al final creo que Sofi se enfadó conmigo. Pero... No tenía razón. Su madre estuvo enferma durante 3 años con un cáncer que se la comía cada día un poquito. Hay gente que eso lo lleva mejor, pero ella lo llevó de la peor forma posible. Se encerró, la poca vida que le quedaba, la usó para amargarse a sí misma y destrozar a los demás. Ya, su vida era una mierda, tenía cáncer, no tenía pelo... Se moría y los demás se quedaban. Todo eso lo entiendo, de verdad, pero no sé. Lo desperdició todo. Nadie podía saberlo, nadie podía verlo. ¿En un pueblo? En un pueblo tienes que dejar que la gente te "ayude", sí, la mayoría es hipocresía de grado mayor, pero es que somos así. Tienes que dejar que pasen, que te lleven comida, que te paseen, que te digan que tienes buena cara... Yo lo aprendí por las malas cuando murió mi hermana.
Ahora sólo me dejo ver, en un momento u otro, y trato de transmitir que estoy ahí, que pueden contar conmigo, cuando quieran, para lo que sea. Podemos hablar, llorar, reir... No soy una gran conversadora, pero sí una gran oyente.
También pienso mucho en mis padres. Cuando le pase algo a alguno de los dos. Es horrible. Ley de vida, pero horrible de igual modo.
Le he comprado a Hayke un libro. Se llama "Breve historia de los que ya no están", no es que sea gran cosa, pero plantea cosas muy interesantes sobre qué pasa después de la muerte.
Este post empecé a escribirlo el viernes y hoy es miércoles y continúo con él.
Vi a Hayke el viernes, y estaba un poco avergonzada, porque otra vez le apetecía salir y bailar y lo que era peor... ¡reirse!!! Eso era lo peor de todo, que volvía a ser ella misma poco a poco y volvía a reirse otra vez.
La verdad es que yo me enfadé un poco con ella, porque no entiendo eso que tiene la gente de qué van a pensar los demás de lo que estamos haciendo en un momento dado. Vive y deja vivir, le dije yo. Y si no te has preocupado en la vida de los demás (en el buen sentido, se entiende) no vas a empezar con cuarenta y tantos años ¿no?
He conseguido un grupo de amigas, y la verdad es que estoy encantada, Hayke, Olga, Lydia, Natalia..., bueno y Laura, pero esa se puede revolver en cualquier momento, no es muy de fiar Laurita, no.

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