viernes, 24 de febrero de 2012

Viernes

No sé hasta cuánto va a durar esto. El caso es que últimamente estoy de lo más monotema ¿verdad? Podría no cerrar el post y cada día aumentarlo un poco más. Llenarlo de lágrimas, desesperanza, mal humor, cansancio, ojeras...
Ah! Ayer me apunté al gimnasio, para empezar la semana que viene, creo que me iría mejor un poco de boxeo, o alguna cosita donde pudiera dar ostias sin problema. Tengo ganas de gritar, de pegar, morder. María se va hoy con su papi, y menos mal, porque no tengo la cabeza para tonterías ahora. Con las mías ya tengo bastante.
Hoy también me quedo en Madrid, pero mañana me voy a mi casa, y tengo un día entero para llorarlo, ¡qué ganas! no tener que disimular, no impedir que nadie me vea! Os juro que lo estoy intentando, pero todavía cuesta, dadme tiempo.
Tengo que escribir a Iván, pero no quiero. Porque él es más listo que nadie y ya lo sabía, bueno, él no se ha engañado nunca respecto a Rafa, y encima me quiere un montón. Pero tiene un hombro cojonudo para llorarle encima.
Y además... He perdido el apetito. Imagino que va con las demás ganas de hacer cosas ¿no? Pues esto lo pongo en el lado bueno. Qué queréis, una, que ha sido anoréxica, y sabe ver las ventajas de las cosas. Al principio fue peor, porque me dio por comer. ¿Sabéis que cuanto más barata es la comida más te hace engordar? Debería ser denunciable. Así somos tantos gordos sueltos.
Sofi me ha dicho que eche una cana al aire, que me pegue un homenaje, ¿os imagináis? jajaja, es que yo sí, desnuda, en una cama con un tío que no conozco, con 37 años y michelines, y de repente... Plaf! A llorar! venga a llorar, y el tío que lo flipa, y bueno, sí, lo siento, pero yo me voy.
No gracias, ni hablar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario